jueves, 25 de febrero de 2016

El carnicero de la Cabaña.

Para algo sirve no haber acudido nunca jamás a un colegio electoral y ejercer mi derecho al voto, para no tener ninguna camiseta puesta a la hora de expresarme y ser totalmente neutral...bueno si, yo siempre tendré una camiseta puesta, la de mi nación hispana.


¿Pero que habeissss hecho con mi nación y en solo diez añosss?
Tal dia como hoy hace justamente diez años, el 25 de febrero de 2006, millones de españoles se tiraban a la calle con las manos pintadas de blanco pidiendo la NO negociación del entonces gobierno de Zapatero con los asesinos de ETA.





La negociación fué una colaboración en toda regla con la banda armada. ¿Más ejemplos? Un nacionalista catalán nacido en Huesca, Carod Rovira, negociando con los extorsionistas en Perpignan, Francia.



O el mismisimo Rajoy concediendo la libertad al sanguinario Bolinaga en agosto de 2012 para que disfrutara sus ultimos tres años de enfermo terminal en su Mondragón natal...y supongo que para honrar de paso a Ortega Lara y sus 532 dias de aislamiento en un zulo. Se iba a morir en un mes y al final fueron casi tres años.


Los asesinos ahoran viven legalizados, cobrando subvenciones, gobernando ayuntamientos y diputaciones desde el odio enfermizo contra España y con la firme intención de romper la unidad de la nación.


En estor hervideros de nacionalistas se han hecho especialmente fuertes una nueva clase politica surgida directamente del movimiento 15 M, unos autodenominados indignados decididos a enfrentar el bipartidismo con un nuevo cambio politico más pendiente de los "escaños" que de España como nación y su soberania.
Lo que no consiguieron ni Santiago Carrillo, Julio Anguita, Francisco Frutos o Gaspar LLamazares, lo ha conseguido un politólogo con coleta. La iquierda anticapitalista se ha hecho fuerte a base de coaliciones con fuerzas politicas en aquellas regiones donde la soberania de nuestra nación ya no es respetada.
Yo ya conocí en los 80 oficinas sindicalistas donde la foto de nuestro monarca era sustituida por una del Carnicero de la Cabaña. Y sigo viendolas...
Aquellos que llevan puesta una vulgar camiseta de este carnicero para mi comparten su ideologia y puedo hasta exculparlos si actuan dentro de la ignorancia total sobre la cara oculta de este asesino histórico. Los mismos que escupen y vomitan insultos contra los crimenes del generalisimo de España admiran e idolatran al que fué la peor pesadilla de una de nuestras ex-colonias, Cuba.


Un comunista revolucionario desembarcó en la isla caribeña en el año 1956, junto a los hermanos Castro. Trás derrocar al General Batista, Ernesto Guevara se hizo cargo de la jefatura en La Cabaña, una tenebrosa fortaleza colonial donde fueron ejecutados centenares de reos condenados a muerte por el propio Guevara y sin derecho a una defensa justa...primero los batistianos y después todo aquel que no fuera del agrado de el carnicero y de los hermanos.


Simplemente ser homosexual o vestir alguna ropa extranjera, se convirtieron en motivo suficiente para una condena a muerte sin orden jurídico.



El 11 de diciembre de 1964 y en representación del nuevo regimén socialista cubano, pronunció su famoso discurso ante la ONU con frases que también han pasado a la historia por quién fué y es idolatrado por muchos: "Hemos fusilado, fusilamos y seguiremos fusilando." El desparpajo del Jefe de Fusilamientos de la Revolución cubana.

Afortunadamente aqui en España la politica sigue siendo legitima y yo con mi camiseta nacional tengo la esperanza de que quiénes se han propuesto luchar por la unidad de mi nación, formen una alianza común con sus diferentes ideologías para salvar la unidad indivisible de España.
Pedro Sánchez es de izquierdas siii, pero no comunista. Y Albert Rivera no pertenece a la derecha "ortodoxa" y asi lo ha demostrado evadiendo cualquier contacto con el nefasto Rajoy. Su ideologia más centrista que derechista se ha posicionado por el bién de la nación como prioridad.
España está en peligro y hay que ponerse las pilas...dejemos trabajar y menos bla bla bla.

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